Internet ha supuesto una auténtica revolución en la forma de comprar de los consumidores. La posibilidad de adquirir productos desde casa en cualquier país del mundo ha abierto las puertas a millones de personas y les ha permitido a acceder a bienes inaccesibles hasta hace poco más de una década. Gracias al comercio electrónico y las diferentes formas de pago online, es más fácil que nunca comprar productos con independencia de donde se haya fabricado.
Los vendedores conocen esta situación y la tendencia de las compras online de los próximos años que auguran un crecimiento sostenido por encima de las dos cifras en todo el mundo en cuanto a la compra online. Por ello, los vendedores están adaptando y personalizando al máximo sus sistemas de pago con el objetivo de ofrecer las máximas opciones a sus clientes que utilizan diferentes sistemas según sus usos y costumbres.